viernes, 5 de diciembre de 2008

SOLO UNA MUJER SABE LO QUE ES...


Pasarse la vida entera luchando contra su propio cabello.
Comprarse una blusa que no combina con nada, pero que por el precio ¡estaba irresistible!
Saber de memoria quién se casó, quién se separó y quién dejó la carrera.
Tener una cartera que parece el neceser de la abuela del 007, de tantas cosas acumuladas e increíbles que existen dentro de ella.
Hablar de intimidades que los hombres ni siquiera se imaginan.
Ser tratada como una idiota por los mecánicos de un taller.
Fingir naturalidad durante un examen ginecológico.
Llorar a moco tendido cuando el padre del Rey León muere, dejando el cachorrito huérfano.
El poder de unos jeans, o de un body de lycra, para sostener la estructura del cuerpo.
Tener crisis conyugales, crisis existenciales, crisis de identidad, ¡crisis de nervios!
Ser madre soltera, madre casada, madre separada y... madre del marido.
Ver un partido de fútbol (sólo para hacerle compañía al novio).
Lavar el panti en la ducha. Y después colgarlo en el toallero (para horror del sexo masculino).
Comerse una caja entera de bombones porque se peleó con su novio, pasarla mal, y todavía quedar destruida porque se salió de la dieta.
Escuchar que... "mujer al volante es un peligro constante."
Depilarse las piernas cada 15 días, ¡con cera!
Lo que se siente rasgarse las medias en la entrada de una fiesta.
Sentirse lista para conquistar el mundo, cuando se está usando un lápiz labial nuevo.
Sentirse realmente infeliz, porque no se tiene una ropa linda para salir (aunque tenga el armario repleto!).
Llorar en el baño, mirándose al espejo para ver cuál es el mejor ángulo.
Descubrir que su relación y el mundo se acabaron... y después descubrir que no era nada más que síndrome premenstrual.

Colocarse una faja apretada para disimular la panza.
Bailar, cantar y caminar en el séptimo cielo... sólo porque "él" llamó o escribió. (ES TOTALMENTE CIERTO, QUÉ TIERNO).
Pelearse, sólo para hacer después las paces.
Decir no, para que él insista bastante, y después decir... ¡sí!
Quedarse esperando al marido en la cama, cuando él está leyendo su página deportiva...
Sonreír gentilmente a un cliente mientras un cólico loco le aprieta como una bazoca.
El milagroso poder curativo de... un beso..., un gesto..., y una palabra dulce.
Ser santa, filósofa, maestra, médico, psicóloga, redentora, administradora, cocinera, encargada de mantenimiento, organizadora, árbitro... y, encima, ¡pulpo!, antes de empezar a pensar en ella misma.
Llorar, extasiada de felicidad, y... reír, colmada de furia.
En fin, sólo una mujer sabe lo que es... ¡¡¡ser mujer!!!
¡ Las Mujeres somos maravillosas!


Autor desconocido


AMAR


Uno no se da cuenta, a veces, de lo acertada que fue la elección de los tres verbos básicos del idioma castellano. Parecen verbos insignificantes, casi sin trascendencia. Un chico conjuga el verbo amar en su cuaderno, pero no sabe lo que es el Amor, todavía. Una profesora dicta el pretérito pluscuamperfecto del verbo temer, y no se da cuenta del temor que siente.

¿Y quién no ha partido alguna vez?


"Te amo; pero tengo miedo, mejor dejémonos de ver." ¿Cuántas veces los hombres se han dicho estas palabras? Uno utiliza todo tipo de artilugios para deshacerse del temor que provoca el Amor. Y parte.


Es bueno al fin encontrarse con seres que no cuestionen el temor al Amor, sino que lo sientan. Y no partan, sino que se enfrenten al temor. Porque en realidad no se teme al Amor, sino a la falta de Amor. Se teme al final del Amor. Pero por las dudas, no se empieza.


Esos hábiles intrépidos sedientos de vida, no se paran a pensar en mañana. Mañana es un día que tiene muy poca importancia. Mañana no es ni la milésima parte de lo importante que es hoy. Hoy estamos acá, mañana tal vez dejemos este cuerpo, y entonces no importará lo que hagamos, sólo importa lo que hacemos hoy. Y hoy es posible amarnos.


El Amor es fluir constante, nunca se detiene, nunca se desvía, porque lo abarca todo. El Amor no se preocupa del mañana, porque existe hoy. Tampoco se preocupa del ayer, porque el ayer está tan lejos como el mañana. Salvo para recordar lo aprendido, el ayer debe ser rápidamente descartado. Los temerosos viven meditando acerca de ayer y mañana. No se dan cuenta de que esa es la mejor manera de no vivir.


Hoy, acá, ahora. Eso es lo que importa. Amar hoy, temer hoy, partir hoy. Eso debería preocuparnos. Si hoy es hora de amar, amémonos. Si es hora de temer, temamos. Si es hora de partir, partamos. Pero hoy. Ni ayer, ni mañana. Y hablar de frente. Decir lo que se siente, cuando se lo siente, no unos días o semanas o años después.


"Te quiero mucho." Hoy, ahora, acá. "Me encantaría conocerte y que estemos juntos." Hoy, acá, ahora. "Me gustaría ser algo importante en tu vida." Ahora, hoy, acá. "Vivamos este momento que es nuestro."


Si tan sólo los hombres pudieran hablar así. Si pudiéramos decirnos unos a otros lo que sentimos y disfrutarlo en ese momento a pleno, yo creo que la vida sería perfecta. A pleno significa eso, simplemente. Si estamos hoy con alguien, estamos completamente con esa persona. Todo lo nuestro es accesible a esa persona. Eso es vivir el momento, eso es Amar.


Mirarse a los ojos y saber lo que pasa. Parece difícil, pero sólo cuando se ha dejado de lado la posibilidad de hoy. La vida está hecha de momentos (y recuerdos). Procurar vivir esos momentos con intención (intensidad) es lo único que vale realmente la pena. Amar hoy, sin pensar en mañana, es la mejor forma de deshacerse del temor y del partir.


Natalia Olive

jueves, 27 de noviembre de 2008

LA FELICIDAD SON PÉTALOS DE AÑOS...


La felicidad son pétalos de años que la vida nos pone en nuestras manos para convertirla en una rosa.
La buscamos a nuestra medida, le fabricamos un entorno irreal que no tiene.
La soñamos más que la vivimos... Y muchas veces, llevándola dentro, la sacamos fuera y la desfiguramos en un ambiente de superficialidad.
Es intimidad en el amigo, luz en el hogar; es detalle, beso, sonrisa, flores, cielo, mar.
Es verdad que la felicidad no es siempre estable, fija, duradera.
Más bien parece un parpadeo, una luz que dura minutos, como huecos de trecho en trecho en una red muy tupida.
Los sufrimientos, en cambio, parecen un beso que se estanca, se posiciona, adueña, se queda.
Si no se agota en ti la resistencia de la voluntad, ni la fuerza de las emociones, ni el hambre de aventura, ni la frescura de los hondos manantiales de la vida, has conocido la felicidad.
Si los golpes no te rompen la fe, si la indiferencia no te cierra las manos, si el egoísmo y la avaricia no te secan los sentimientos y llegas al fin con capacidad de emoción, de llanto, de perdón, de ternura, de plegaria, de luz, has conocido la felicidad.

Autor desconocido

BUSCO UN HOMBRE...




Mi búsqueda no es sencilla

He encontrado en mi vida amigos, enemigos, conocidos, científicos, intelectuales, pacifistas y aun continúo mi pesquisa porque lo que yo deseo es: UN HOMBRE!!

UN HOMBRE que no tema a la ternura; que se atreva a ser débil cuando necesite detenerse a recobrar fuerzas para la lucha diaria; que no piense que al amarme lo derroto, o que al amarlo me aniquila.

UN HOMBRE que me proteja de los demas y de mí misma, que conociendo mis errores, los acepte y me ayude a corregirlos.

UN HOMBRE que quiera y sepa reconocer mis valores espirituales y sobre ellos pueda construir todo un mundo; que nunca me rebaje con su trato.

UN HOMBRE que con cada amanecer me ofrezca una ilusión, que aliente nuestro amor con toda delicadeza para que una flor entregada con un beso tenga más valor que una joya.

UN HOMBRE con el que se pueda hablar, que jamás corte el puente de comunicacion y ante quien me atreva a decir cuento pienso, sin temor de que me juzgue y se ofenda, y que sea capaz de decírmelo todo, incluso que no me ama.

UN HOMBRE que tenga siempre los brazos abiertos para que yo me refugie en ellos cuando me sienta amenazada e insegura, que conozca su fortaleza y mi debilidad, pero jamás se aproveche de ello.

UN HOMBRE que tenga abiertos los ojos a la belleza, a quien domine el entusiasmo y ame intensamente la vida; para quien cada día sea un regalo inapreciable que hay que vivir plenamente, aceptando el dolor y la alegría con igual serenidad.

UN HOMBRE que sepa ser siempre más fuerte que los obstáculos, que jamás se amilane ante la derrota y para quien los contratiempos sean mas estímulos que adversidad, pero que esté tan seguro de su poder que no se sienta en la necesidad de demostrarlo a cada minuto en empresas absurdas solo para probarlo.

UN HOMBRE que no sea egoísta, que no pida lo que no se ha ganado, pero que siempre haga esfuerzos para tener lo mejor porque lo ha ganado.

UN HOMBRE que goce dando y que sepa recibir.

UN HOMBRE que se respete a sí mismo, porque así sabrá respetar a los demás; que no recurra jamás a la burla ni a la ofensa, que más rebajan a quien las hace que a quien las recibe.

UN HOMBRE que no tenga miedo de amar, ni que se envanezca porque es amado; que goce el minuto como si fuera el último, que no viva esperando el mañana porque tal vez nunca llegue.

...cuando lo encuentre, entonces, entonces lo amaré intensamente.

Desconozco el autor

A QUE EDAD HE LLEGADO



¿A qué edad he llegado? Mis pensamientos vuelan y respondo... La edad en que se olvidan los rencores. La edad en que se perdonan los errores.
La edad en que lo más mínimo tiene importancia y en que lo que más importa pasa y puede esperar un poco. La edad propia para amar con las ansias guardadas.
La edad de perdonar y pedir que me perdonen. La edad en que veo a mis hijos crecer y hacer su vida. La edad en que las lágrimas afloran dulcemente y rápidamente por mis mejillas.
La edad en que la sonrisa brota de mis labios a la menor indicación de la dulzura. La edad, "amigos" en que esta palabra resuena con alegría en mis oidos. La edad en que amo, y permito que me amen.
La edad en que todo pasa y deja huella. La edad de los recuerdos y los olvidos.
La edad que nunca voy a olvidar...


Autor Desconocido

miércoles, 9 de julio de 2008

CHARLA ENTRE EL CORAZÓN Y LA RAZÓN


¿Y si en realidad el tiempo no lo pudiese todo, si no fuese tan cierto que las cosas con el pasar de los días se van olvidando, o las heridas no se van cerrando, cuantas cosas cambiarían?
Porque es muy fácil pensar que con solo dejar pasar los días, meses o años las cosas se solucionan, y lo peor es que uno se auto convence, y se cree un superado, alguien que tuvo la suerte de superar un dolor y sobreponerse, y se vuelve a sentir fuerte...
Sin embargo, un buen día, quizá el menos pensado, todo el castillo que creías tan sólido comienza a temblar, porque te encuentras de nuevo cara a cara con el dolor, con ese sentimiento tan helado y tan dormido del que ya casi ni te acordabas, y que, muy a pesar de todo, sigue ahí, y comienza a despertarse con todas las fuerzas acumuladas por el tiempo en que estuvo inactivo y quiere salir, quiere gritar que está vivo y que va a dar pelea, por que la RAZÓN piensa:
"¡Otra vez no! ¿o acaso no te acuerdas el tiempo que te costó volver a ponerte en pie?, ¿o no te acuerdas de esas noche sin dormir, de esos desvelos y angustias, de tus días vacíos, de tus noches sin estrellas?
¿Quieres realmente volver a vivir todo eso, o ahora que ya estas de pie no sería mejor que anduvieras por otros caminos? Porque, sinceramente, amores no te faltan, tienes la capacidad de enamorar a quien quieras, y te vas a hacer problema por un hombre/una mujer que, en realidad, no sabes si te quiere, no sabes si te engaña?...
¡Piensa! ¡no te equivoques! Una vez creíste tocar el cielo con las manos y en un instante descendiste al más profundo de los infiernos, ¿crees que vale la pena?
Haz lo que te digo, no existen los amores eternos, y seguramente, todo eso lo único que te va a hacer es ilusionarte y volverte a lastimar" Y se hace un silencio eterno...
El CORAZÓN, aturdido por las palabras de la RAZÓN, se queda sin aliento, pero después de un rato de pensar, donde la RAZÓN ya creía tener ganada la partida, el CORAZÓN replica:
"No sé si tus palabras son del todo ciertas, pero sí sé que no son tampoco del todo equivocadas: no es lo mismo pensar que sentir, no es lo mismo razonar que hacer las cosas impulsivamente, porque los que piensan son aquellos que nunca se arriesgan, y pobre de aquel que no esté dispuesto una vez en su vida a perderlo todo por la persona que ama, pobre de aquel que no está dispuesto a olvidar, porque nunca será perdonado, pobre de aquel que es tan ciego y vacío, que no es capaz de dejar de lado todas las trivialidades de la vida por amor... Pobre de quien teniendo en frente el amor de su vida, no es capaz de quitarse la careta y sentir...
Porque el amor no sólo es alegría, no solo es paz y ternura, el amor es también dolor y lágrimas, es angustia y desvelo, es muchas cosas, pero bueno... la verdad es que no sé qué pesa más, si la RAZÓN o el CORAZÓN.
Lo que si sé es que si uno no siente se transforma simplemente en una roca, una cosa que no es capaz de demostrar cariño y confianza, un cuerpo sin alma.
Por eso creo que uno debe jugarse por lo que siente... le puede salir bien o mal, puede equivocarse o vivir el resto de su vida con la persona que ama... lo que sí es cierto es que jamás perdonaría a alguien que por rencor o desconsuelo no sea capaz de tomar a la persona que ama, y gritarle a todo el mundo que por ella daría la vida...
Y, por último, otra cosa que tengo bien clara, es que el que se enamora soy yo, y el amor se siente con el CORAZÓN, no con la CABEZA".
Se hizo el silencio... y, sin mediar palabra, el CORAZÓN, decidió tomar el camino correcto... y fue tras el amor...

GABRIELA MISTRAL

sábado, 28 de junio de 2008

MÁSCARAS


No me gustan las màscaras exòticas,
ni siquiera me gustan las màs caras
ni las màscaras sueltas ni las desprevenidas,
ni las amordazadas ni las escandalosas.


No me gustan y nunca me gustaron
ni las del carnaval ni las de los tribunos,
ni las de la verbena, ni las del santoral
ni las de la apariencia, ni las de la retòrica.
Me gusta la indefensa gente que da la cara,
y le ofrece al contiguo, su mueca màs sincera.
Y llora con su pobre cansancio imaginario,
y mira con sus ojos de coraje o de miedo.

Me gustan los que sueñan sin careta,
y no tienen pudor de sus tiernas arrugas
y si en la noche miran, miran con todo el cuerpo,
y cuando besan, besan con sus labios de siempre.
Las màscaras no sirven como segundo rostro,
no sudan, no se azoran, jamàs se ruborizan.
Sus mejillas no ostentan làgrimas de entusiasmo,
y el mentòn no les tiembla de soberbìa o de olvido.
Quièn puede enamorarse de una faz delgada?

No hay piel falsa que supla la piel de la lascivia,las màscaras alegres no curan la tristeza,no me gustan las màscaras... He dicho.


Mario Benedetti


HABÍA OLVIDADO LAS COSAS SIMPLES


Habìa olvidado las cosas simples, como decir hola
y sonreìr, mirar, a travès de las vidrieras y buscar
golondrinas de verano, tomar los parques de la mano,
y vestirme de muselina blanca, asì transparente como
el aire.

Habìa olvidado el olor de la mañana, el chocolate y su
espuma, del cielo de colores, y ese empezar del dìa con
alas y canciones. Vuelvo a sentir la tentaciòn, de mirar
a los hombres, descubrir que tienen pasos largos, una
barba de sueños, que pueden inventarnos palabras
como arrullos, y ser una luz placentera entre los poros.

Vuelvo a encontrar, esa dulce pereza, de entretener el
ocio con gaviotas, un castillo que trepe hasta mi alma,
y ese violìn, detenido en una nota larga, vibrante, elàstica,
como una piel enamorada.

Quiero el agua del grifo, verla correr, dejar que dance su
humedad en mis manos, el olor del jabòn y esa espuma
que hace globitos, y me tienta a imaginar planetas
transparentes, con hombrecitos pequeños, de orejas
largas y pupilas moradas.

La noche, la noche es una cama con almidòn de sueños,
y un amor, con sonrisa vertical que me acompaña.


Beatriz Zuluaga


LOS PÁJAROS PERDIDOS




Interpretamos mal el mundo y luego afirmamos que nos engaña.

El viento poeta busca por el mar el bosque el sentido de su propia voz.

Cada niño trae el mensaje de que Dios confía aún en el hombre.

La hierba busca la muchedumbre en la tierra. El árbol su soledad en los cielos.

El hombre levanta murallas contra sí mismo.

Tu voz, amigo mío, caracolea por mi corazón, como el rumor sordo del mar entre los pinos que lo escuchan.

Los pájaros perdidos del verano vienen a mi ventana a cantar y parten volando

Y las hojas amarillas del otoño, que no saben cantar, aletean y caen en ella entre suspiros.

Pequeños vagabundos del mundo, dejad en mis versos vuestras huellas.

Para quien ama, el mundo se quita su máscara de grandeza. Se hace tan diminuto como una cancioncilla, como un beso furtivo de lo eterno.

Las lágrimas de la tierra mantienen su sonrisa en flor.

Esta la cabeza, se ríe y se aleja volando.

No llores porque el sol se ha ocultado, tus lágrimas te impedirán observar las estrellas.

Las arenas viajeras te piden que tu canto y tu baile, agua voluble. ¿Querrás cargar con las consecuencias?

Tu rostro angustiado ronda mis sueños como la llovizna nocturnal.

Soñé que no nos conocíamos. Y nos despertamos para saber si nos amábamos.

En silencio, la pena va adquiriendo paz en mi corazón, como el anochecer entre los árboles callados.

Una brisa burlona, unos dedos invisibles, tocan en mi corazón la melodía de las ondas.

"Mar, ¿qué lengua es la tuya?".

"La lengua de las preguntas eternas".

"¿Y cuál es tu lengua, firmamento?".

"La lengua del silencio eterno".

¡Escúchame, corazón mío, los suspiros del mundo que te ama!

El misterio de lo creado es tan grande como el negro de la noche. Y vana sabiduría como la niebla matutina.

No construyas tu amor sobre un precipicio.

Me sentaré esta mañana ante mi ventana, en donde el mundo, como un caminante, hace una pausa, me saluda y se va.

El infinito desierto estalla de amor por una verde brizna de hierba. Esta la cabeza, se ríe y se aleja volando.

No llores porque el sol se ha ocultado, tus lágrimas te impedirán ver las estrellas.

Las arenas viajeras te piden que tu canto y tu baile, agua voluble. ¿Querrás cargar con las consecuencias?

Tu rostro angustiado ronda mis sueños como la llovizna nocturnal.

Soñé que no nos conocíamos. Y nos despertamos para saber si nos amábamos.

En silencio, la pena va adquiriendo paz en mi corazón, como el anochecer entre los árboles callados.

Una brisa burlona, unos dedos invisibles, tocan en mi corazón la melodía de las ondas.

"Mar, ¿qué lengua es la tuya?".

"La lengua de las preguntas eternas".

"¿Y cuál es tu lengua, firmamento?".

"La lengua del silencio eterno".

¡Escúchame, corazón mío, los suspiros del mundo que te ama!

El misterio de lo creado es tan grande como el negro de la noche. Y vana sabiduría como la niebla matutina.

No construyas tu amor sobre un precipicio.

Me sentaré esta mañana ante mi ventana, en donde el mundo, como un caminante, hace una pausa, me saluda y se va.

Mis pequeños pensamientos; el murmullo de las hojas que suspiran de alegría en mi alma!

Nunca ves quien eres; sólo ves tu sombra.

¡Qué alocados son estos deseos míos puestos a gritar en medio de tu canto, dueño mío! ¡Enséñame a escuchar!

No puedo elegir lo mejor. Es lo mejor quien me elige a mí.

Quienes llevan su linterna por mochila, sólo proyectan sus sombras a su paso.

El ser es una sorpresa constante de la vida.

"Nosotras, las hojas susurrantes, somos una voz que sabe contestar a las tormentas; ¿quién eres tú, tan silenciosa." "No soy más que una flor."

El descanso es necesario para el trabajo, como los párpados para los ojos.

El hombre nace niño; adquiere poder en su desarrollo.

Dios espera respuesta por las flores que nos envía, jamás por el sol ni por la tierra.

La luz que juega, como un niño desnudo entre las verdes hojas, ignora que el hombre es capaz de mentir.

¡Encuéntrate a ti misma en el amor, belleza; no en las mentiras del espejo!

Mi corazón bate sus olas contra las rocas del mundo, y escribe con lágrimas un "Te amo".

"Luna, ¿a qué aguardas?".

"Saludar al sol a quien debo dejar lugar."

Las ramas de los árboles golpean mi ventana como el gemido de la tierra muda.

Cada mañana es para Dios una nueva sorpresa.

La riqueza de la vida está en los' valores del mundo, y su importancia, en los valores del amor.

Nadie recuerda con agrado al río, ante su cauce seco.

El pájaro quiere ser nube. La nube quiere ser pájaro.

La cascada canta: "Al encontrar mi libertad, encuentro mi canción."

El sol que cruza el mar hacia el poniente le despide del oriente por última vez.

Si no tienes hambre, no culpes a la comida.

Los árboles, como el deseo de la tierra, se ponen de puntillas para atisbar los cielos.

Sonreíste y me hablaste de cosas sin importancia, y yo sentí que había estado esperando siempre oír esas tonterías.

El pez es callado en el agua; el animal, vocinglero en la tierra; el pájaro, cantor de los aires. Pero el hombre tiene en sí el silencio del mar, el ruido de la tierra y la música del aire.

El mundo se vuelca sobre las cuerdas de nuestro vacilante corazón, tañendo una música triste.

Hace dioses con sus armas. Cuando sus armas vencen él es derrotado.

Dios se reconoce a si mismo en la creación.

La sombra embozada sigue a la luz con secreta humildad, amorosa y callada.

Las estrellas no temen parecer luciérnagas.

Te agradezco no ser rueda del poder, sino uno de los que ella aplasta.

Una mente ágil pero egoísta lo penetra todo pero no mueve nada.

Tu ídolo se ha pulverizado para enseñarte que el polvo de Dios es mayor que tu ídolo.

El hombre no se revela en su historia, sino a través de su lucha con ella.

La lámpara de cristal riñe a la de arcilla porque ésta afirma que son primas hermanas. Pero cuando al salir la luna, la lámpara de cristal, con una sonrisa vana, la llama "Querida hermana."

Nos encontramos y nos unimos como las gaviotas y las olas. Las gaviotas parten volando, las olas siguen su camino y también todos tendremos que partir un día.

Mi día ha terminado, soy como un barco varado en la playa al anochecer, en brazos de la danza de las mareas.

Estamos muy próximos a lo grande cuando somos grandes en humildad.

Al gorrión le da lástima el pavo real por tener que ir arrastrando tanta cola.

No le tengáis miedo al instante, dice la voz eterna.

El huracán busca pasar por donde no hay camino, y su búsqueda termina siempre en la nada.

Bebe el vino en mi copa, amigo mío. Pierde su sabor si se vierte en el de otros.

Lo perfecto adquiere belleza por amor a lo imperfecto.

"Un sorbo de agua basta para el sediento -canta la cascada- ¡con qué alegría se la dejo beber toda!".

¿Dónde está la fuente de estas flores, que brotan en infinito éxtasis?

El hacha del leñador pidió un mango al árbol. Y el árbol se lo dio.

En la soledad de mi corazón siento la humedad de este viudo anochecer con su velo de niebla y agua.

La castidad es un tesoro engendrado por la abundancia del amor.

La niebla, como el amor, roza en el corazón de las colinas y les arranca sorprendidos gemidos de placer.


R. TAGORE


viernes, 27 de junio de 2008

DÉJAME SUELTAS LAS MANOS


Déjame sueltas las manos
y el corazón, déjame libre!
Deja que mis dedos corran
por los caminos de tu cuerpo.
La pasión —sangre, fuego, besos—
me incendia a llamaradas trémulas.
Ay, tú no sabes lo que es esto!
Es la tempestad de mis sentidos
doblegando la selva sensible de mis nervios.
Es la carne que grita con sus ardientes lenguas!
Es el incendio!
Y estás aquí, mujer, como un madero intacto
ahora que vuela toda mi vida hecha cenizas
hacia tu cuerpo lleno, como la noche, de astros!
Déjame libre las manos
y el corazón, déjame libre!
Yo sólo te deseo, yo sólo te deseo!
No es amor, es deseo que se agosta y se extingue,
es precipitación de furias,
acercamiento de lo imposible,
pero estás tú,
estás para dármelo todo,
y a darme lo que tienes a la tierra viniste—
como yo para contenerte,
y desearte,
y recibirte!


Pablo Neruda

SUEÑO IMPOSIBLE


Yo soñé con tu beso, como sueñan los niños
con los caballos grandes y los ferrocarriles
que ven en las vidrieras. Yo soñé con tu beso
y fue un sueño imposible.
Yo soñé con un viaje de alegres desposados
-más allá de los mares, por lejanos países-,
y aquel viaje de goces, maravilloso y único,
era un viaje imposible.
Yo soñé el hondo sueño de la risa de un hijo -un hijo
que tuviera tus negros ojos tristes-
Pero aquel sueño ardiente del hijo de nosotros
fue también imposible.
Soñé así con tu beso, con un viaje y un hijo
y mi amor por tus aguas navegó como un cisne.
Fueron tres esperanzas las esperanzas mías
y las tres imposibles.
Del bosque de mis sueños queda apenas un árbol.
Junto a él, cada noche, mi corazón repite,
cuando intento cerrarte la puerta del recuerdo,
una sola palabra: imposible, imposible.


Autor desconocido


NO TE RINDAS


No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.


Mario Benedetti

martes, 24 de junio de 2008

EL HOMBRE A QUIEN QUIERO AMAR



I

El hombre al que quiero amar
deberá limpiar la llave oxidada,
que abre la cerradura de mi alma
y entibiarla
con el sol de la devoción
y la esperanza,
y pueda volver a volar
como paloma de paz

II

El hombre que quiero amar
deberá ser mi compañero
tratándome de igual
respetándome y escuchándome
sin juzgarme, ni reprocharme,
jamás.

III

El hombre al que quiero amar
deberá hacerme sentir única,
reina en su castillo, ondina en sus aguas,
y alegría perpetua en sus ojos
cuando me mire en ellos
para elevar mi autoestima.

IV

El hombre que quiero amar
tocará las fibras de mi ser
como templando las cuerdas de un violín
y sus acordes en mi piel
se dibujaran en deseos encendidos
en comunión con los de él.

V

Él, mi hombre, con su amor
me acompañara en mis silencios
correrá tras mis risas
será mi pañuelo en mis lágrimas
respetará sin preguntas mi espacio
y comprenderá tranquilo
todas mis ausencias,
porque sabrá que en todo ello
él siempre está.

VI

Él, siempre él...
hará versos de mis enfados
y de mis huidas prosas
y nuestra vida en común
será toda ella un poema
del más encendido y deseado amor.

VII

El hombre al que quiero amar
paseará sus dedos
por el trigal de mi pelo
mientras mis manos se abrazan a su talle
cuando reposemos el amor
en la vigilia de la visita del sueño.

VIII

Mi hombre
será mi compañero de juegos
mi arma en mi lucha
mi contertulio en mis charlas
mi amigo, mi cómplice, mi amante
y mi inspiración eterna.

IX

Mi hombre
me esperará siempre
con el ansia del novio primerizo,
acorralará mis ojos cuando le asedien
y sus manos volaran sobre mí
como alas de cientos
de mariposas.


X

Mi hombre
me perdonará mis errores
y los enterrará con una palada de comprensión
señalándome el camino correcto
con canastas repletas
de racimos de ternuras.


XI

Y yo a cambio le daré a mi hombre
reposo, en sus guerras
y en sus marejadas, calma
le pondré sonrisas a sus enfados
y mi regazo será su cuna en sus silencios
seré siempre su escalera firme
cuando quiera subir al paraíso.
y no podrá jamás contar mis besos
porque serán eternos en mis labios
para él.

¡¡ Que así sea !!



Tatiana Krahe

EL HOMBRE QUE ME AME


I

El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer la que anida en mi,
la golondrina
transparente de la ternura.

II

El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
con que yo estaré al lado suyo.

III

El amor del hombre que me ame
será fuerte como los árboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.

IV

El hombre que me ame
no dudara de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo
respetara la tristeza, el silencio
y con caricias tocara mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.

V

El hombre que me ame
podrá encontrar en mi
la hamaca para descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.

VI

El hombre que me ame
hará poesía con su vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.

VII

Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si necesario.

VIII

El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en trinchera
rodilla en tierra me amara
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.

IX

El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del
enamoramiento
en una plaza publica llena de multitudes
Podrá gritar: te quiero
o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el mas hermoso y humano de los sentimientos.

X

El amor de mi hombre
no le huirá a las cocinas
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado
las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron
separados
como seres de distinta estatura

XI

El amor de mi hombre
no querrá rotularme o etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.



Gioconda Belli

lunes, 23 de junio de 2008

AUSENCIA


Se va de ti mi cuerpo gota a gota.
Se va mi cara en un óleo sordo;
se van mis manos en azogue suelto;
se van mis pies en dos tiempos de polvo.
¡Se te va todo, se nos va todo!
Se va mi voz,
que te hacía campana cerrada
a cuanto no somos nosotros.
Se van mis gestos que se devanaban,
en lanzaderas, debajo tus ojos.
Y se te va la mirada que entrega,cuando te mira,
el enebro y el olmo.
Me voy de ti con tus mismos alientos:
como humedad de tu cuerpo evaporo.
Me voy de ti con vigilia y con sueño,
y en tu recuerdo más fiel ya me borro.
Y en tu memoria me vuelvo,
como esos que no nacieron ni en llanos ni en sotos.
Sangre sería y me fuese en las palmas de tu labor,
y en tu boca de mosto.
Tu entraña fuese,
y sería quemada en marchas tuyas que nunca más oigo,
¡y en tu pasión que retumba en la noche como demencia de mares
¡Se nos va todo, se nos va todo!


Gabriela Mistral


CARTA DE UNA MUJER PERFUMADA


Para escribir cartas de amor
no es necesaria la cautela, ni el orden
ni encontrar la perfecta esquela
tan sólo encender la lámpara
como se enciende el cuerpo del amor.
Untarse toda, perfumarse toda de mieles y sortilegios
elegir la caligrafía más desvelada, la más humilde.
Entonces, se extiende
se acaricia el empeine de sus plumajes
y comienzan a recogerse las palabras
como el deseo del amor.

II

Para escribir cartas de amor
es necesario estar reposada
elegir las palabras como si fueran banquetes clandestinos
vestirse toda de rojo, color deseo, color relámpago
y decir: en esta tarde arrodillada de luz yo te amo,
te entrego un manojo de suaves palabras
como la llave de mi alma.

III

Me ilumino toda al nombrarte
nada se pierde con llamarte en el bosque fallido
con escribirte como sonámbula como maga toda vestida de verde
escribir más que una carta de amor
basta con extender mi mano hacia la tuya,
es esa la vigencia del perfume.


MARJORIE AGOSIN

viernes, 20 de junio de 2008

NO ES DE AHORA ESTE AMOR


No es en nosotros
donde empieza a sentirse enamorado
este amor por amor, que nada espera.
Este vago misterio que nos vuelve
habitantes de niebla entre los otros.
Este desposeído amor
sin tardes que nos miren juntos
a través de los trigos derramados
como un viento de oro por la tierra.
Este extraño amor,
de frío y llama, de nieve y sol,
que nos tomó la vida a leve,
sigiloso, a espaldas nuestras
en tanto que tú y yo, los distraídos,
mirábamos pasar nubes y rosas
en el torrente azul de la mañana.
No es de ahora. No.
De lejos viene,
de un silencio de siglos,
de un instante en que tuvimos otros nombres
y otra sangre fugaz nos inundó las venas.
Este amor por amor,
este sollozo,
donde estamos perdidos en querernos
como en un laberinto enamorado.

Olga Chams Eljach

MUJER


No busco una mujer-amante-esposa, sino un puerto vital en mar abierto, un hábitat sin fecha de caducidad donde dar cobijo al Amor como si fuera eterno.
No espero a una mujer que sea apenas fémina, sino que sea también el barco que me navegue, la tormenta que me aflija, la sensualidad que me altere, la serenidad que me acune.
No busco ni espero ni quiero una mujer por el solo hecho de serlo, y exijo a la brújula de mis sentidos que apunte el camino que conduce a la única que quiero sueño y espero: no una, sino Ella; ésa que sin saberlo me espera con todos sus desiertos en flor donde reposar mi piel exhausta y mi boca sedienta y mi deseo ardiente y mi urgencia angustiosa y mi lágrima austera y mi ternura elocuente.
, una mujer que excite mis veintinueve sentidos es la que sueño espero y busco; la única que sepa qué decir, cómo hacer, cuándo parar, dónde esperar.
Esa es la mujer que espero como quien nada espera, que busco y rebusco; esa es la mujerpuertoesquina que deseo y no deseo que otro la posea. Solo espero que sea ella, aquella que sea mía y yo sea suyo; que sea yo y ella; ella en mí y viceversa.
Entonces habré encontrado a la Mujer que finjo que no busco; al barco que miento que no sueño; a la esquina que juego a que no existe; al muelle de mi propio puerto, y echando el ancla mar adentro, nos amarraremos sin vergüenza a la luz de los faroles de sus ojos, y procrearemos gritos y temblores que iluminarán todas las esquinas de los barcos en el puerto.
Será el momento de vocalizar el Somos, pluralizándonos en la simbiosis del Nosotros.
Esa es la mujer que busco espero y sueño.
Gratificaré magníficamente cualquier información sobre su paradero.


Bruno Kampel

lunes, 16 de junio de 2008

UN BUEN HOGAR


Un buen hogar siempre estará donde el camino esté lleno de paciencia, donde la almohada esté llena de secretos, donde el perdón esté lleno de rosas.
Estará donde el puente se halle tendido para pasar, donde las caras estén dispuestas para sonreír, las mentes activas para pensar y las voluntades deseosas para servir.
Un buen hogar siempre estará donde los besos tengan vuelo y los pasos, mucha seguridad.
Donde los tropiezos tengan cordura y los detalles, significación.
Donde la ternura sea muy tibia y el trato diario muy respetuoso.
Donde el deber sea gustoso, la armonía contagiosa y la paz dulce.
Un buen hogar siempre estará donde el crecimiento sea por el mismo tronco y el fruto por la misma raíz.
Donde la navegación sea por la misma orilla y hacia el mismo puerto.
Donde la autoridad se haga sentir y, sin miedos ni amenazas, llene la función de encauzar, dirigir y proteger.
Donde los abuelos sean reverenciados, los padres obedecidos ¡y los hijos vigilados!
Un buen hogar siempre estará donde el fracaso y el éxito sean de todos.
Donde disentir sea intercambiar y no guerrear.
Donde la formación junte los eslabones ¡y la oración forme la cadena!
Donde las pajas se pongan con el alma y los hijos se calienten con amor.
Donde el vivir esté lleno de sol y el sufrir esté lleno de fe.
Un buen hogar siempre estará en el ambiente donde naciste, en el huerto donde creciste, en el molde donde te configuraste y el taller donde te puliste.
Y muchas veces será el punto de referencia y la credencial para conocerte, porque el hogar esculpe el carácter, imprime rasgos, deja señales y marca huellas.
Las vetas y el cimiento dejados por un buen hogar son indestructibles.
Los principios parecen como grabados en hierro. La fe, como cincelada en roca. Y el amor, llevado como bandera.
Es montar el barco más seguro para navegar el mundo, de otra manera sería navegar con un timón titubeante, una brújula indecisa y la quilla rota.
Con buenos hogares se podría salvar al mundo, porque ellos tocan a fondo la conducta de los hombres, la felicidad de los pueblos y la raíz de la vida.
Aunque hay excepciones, ese hogar primero, hogar tronco, nunca se pierde:
¡te lo llevas en el alma!
Nunca se oscurece: queda en las luces que te alumbran el camino.
Nunca se lo lleva el viento: queda prendido en tu raíz.
De se hogar tronco salen las grandes alas que te permiten volar y hacerte águila.
De ese hogar tronco salen los principios fuertes que enmarcan tu figura para hacerte gigante.
De ese hogar tronco sale esa fuerza de la fe que resplandece para hacerte estrella.
¡De ahí salen obras maestras!
Porque ahí se gestan los grandes valores del mundo, ahí se incuban las almas de resistencia, de temple y de fe. De ahí salen los grandes conductores de la humanidad ¡y los grandes seguidores de Cristo!
El hogar, hoy en día, es una prioridad pues, como la buena tierra, ¡da lo que le siembran!
Zenaida Bacardí de Argamasilla

UNA MUJER


Una mujer es la historia de sus actos y pensamientos, de sus células y neuronas, de sus heridas y entusiasmos, de sus amores y desamores.

Una mujer es inevitablementela historia de su vientre, de las semillas que en él fecundaron, o no lo hicieron, o dejaron de hacerlo, y del momento aquél, el único en que se es diosa.

Una mujer es la historia de lo pequeño, lo trivial, lo cotidiano, la suma de lo callado.

Una mujer es siempre la historia de muchos hombres.

Una mujer es la historia de su pueblo y de su raza.

Y es la historia de sus raíces y de su origen, de cada mujer que fue alimentada por la anterior para que ella naciera: una mujer es la historia de su sangre.

"Pero también es la historia de una conciencia y de sus luchas interiores. También una mujer es la historia de su utopía".


Marcela Serrano del libro "Antigua vida mía"

domingo, 15 de junio de 2008

YO QUIERO SER



Yo quiero ser una mujer, consciente del privilegio y milagro de la vida … de sentir que tengo, todo el derecho a VIVIR y disfrutar lo que ella me ofrece…
Yo quiero ser alguien, para agradecer y retribuir, todas les bendiciones que Dios me ha dado…
Yo quiero ser FELIZ siendo yo misma, sin máscaras, sin sentimientos de culpa, conforme a mi vocación, a mi misión y a mis sueños…
Yo quiero tener el coraje de ser y sentirme libre, para elegir mis caminos, vencer mis miedos y temores, y asumir las consecuencias de mis actos…
Yo quiero tener alegría para reír, para hacer y recorrer mi camino a la felicidad, para sentir la energía de VIVIR plena e intensamente…
Yo quiero sentir, ser una mujer COMPLETA, amarme, reconocer que soy única, irrepetible e irreemplazable; que valgo, porque han instalado en mí, una LUZ divina y porque en mi interior hay mucho para DAR…
Yo quiero hacer conciencia, de que nadie puede lastimarme, a menos que yo lo permita; que nadie puede agredirme porque no lo merezco…
Yo quiero ser LUZ para mi SOL, mi familia y mis hijos, porque así, les ayudaré a crecer, sin miedos y con responsabilidad.
Yo quiero dejar de ser y sentirme víctima, para retomar o tomar por primera vez en mi VIDA, la capacidad de autogobernarme, de ser protagonista de mi historia…
Yo quiero AMAR el presente, elegir el futuro y luchar para hacerlo, con el corazón sin renunciarme, ni cansarme jamás…
Yo quiero recordar el pasado, pero no vivir en EL, para aprender a no cometer los mismos errores.
Quiero soñar con un futuro brillante, lleno de estrellas; sin dejar de vivir y disfrutar mi presente, teniendo plena conciencia, que lo único seguro, es el hoy, el aquí y el ahora…
Yo quiero perdonarme mis errores, mis culpas, mis caídas y liberar la carga, para hacer más liviano mi caminar, hacia una VIDA NUEVA…
Yo quiero, todos los días de mi vida, en esta dimensión, agradecer cada instante de aliento, cada sonrisa, cada lágrima, cada amigo que me ha dado la mano en mi peregrinaje; cada experiencia vivida, que me han hecho SER quien soy, con mis defectos y virtudes.


LA MUJER QUE YO AMO


La mujer que yo amo
tiene en su mirada infinitos espejos
por donde se ve pasar la vida
y cada espejo es un mundo
que me induce a mirar el cielo
y sembrar de ternuras el infinito;
me despierta cada día rozando mi frente con su beso
alivia mis fatigas, sella mis sueños.

La mujer que yo amo,
tiene un volcán que me quema en sus entrañas
me invita a recorrerla cada tarde
y a habitarla cada noche...
me cobija sobre su seno y me canta cuando duermo...

La mujer que yo amo,
tiene en sus dedos las formas suaves de mi pelo,
la señal justa de mis entregas,
el molde preciso de mi espalda
y la medida de mi cintura.

Su naturaleza sensible y fresca
contiene en ella lo que deseo,
y como un árbol que madura sus frutos
tiene todo lo que busco.
No le pido nada... ni exijo mucho...
Solo sé que siendo ella todo esto
y permitiéndome ser quien estoy siendo
recorremos un mundo de promesas
y la espera cierta de la vida.

La mujer que yo amo....

Yury Tabak.

sábado, 14 de junio de 2008

CARTA A MI POETA


Si preguntan por mí...
diles que salí a cobrar la vieja deuda
que no pude esperar que a la vida
se le diera la gana de llegar a mi puerta.
Diles que salí definitivamente
a dar la cara sin pinturas
y sin trajes el cuerpo.
Si preguntan por mí...
diles que apagué el fuego,
dejé la olla limpia y desnuda la cama,
me cansé de esperar la esperanza
y fui a buscarla.
Diles que no me llamen...
Quité el disco que entretenía en boleros
el beso y el abrazo la copa
estrellé contra el espejo
porque necesitaba convertir el vino en sangre
ya que jamás se dio el milagro
de convertirse el agua en vino.
Si preguntan por mí...
diles que salí a cobrar la deuda
que tenían conmigo el amor,
el fuego, el pan, la sábana y el vino,
que eché llave a la puerta y no regreso.
¡Definitivamente diles que me mudé de casa!!!..


B. Zuluaga

POEMA DEL ESPEJO




Déjame ser tu espejo, supliqué aquel día,
recuerdo que tu mano se estremeció en la mía.

Yo que envidio tu espejo, quiero saber que siente
al copiar en la alcoba tu cuerpo adolescente.

Detrás de los almendros, casi como del fondo
del mar, surgió la luna, con su espejo redondo.

Te vi de pie en la sombra, junto al lecho vacío
se oyó un rumor de sedas, como el rumor de un río
yo, allí solo contigo, refleje tu hermosura.

Fue un instante, en la sombra. No sé bien todavía
si eras tú, si fue un sueño, o una flor que se abría.

Muchacha de la noche de un día diferente,
yo no envidio a tu espejo, ya sé que nada siente,

Ya sé que te duplica sin comprender siquiera
que eres mujer, y hermosa como la primavera,

Pues si lo comprendiera saltaría en pedazos
por el ansia imposible de tenderte los brazos.


José Angel Buesa


martes, 10 de junio de 2008

SECRETOS PARA SER FELIZ




Un sabio, al ver la sencillez y la pureza de un niño, le dijo: "A ti te enseñaré los secretos para ser feliz". Ven conmigo y presta mucha atención. Mis secretos los tengo guardados en dos cofres, y éstos son: MI MENTE Y MI CORAZÓN, y consisten en una serie de pasos que deberás seguir a lo largo de tu vida.
El primer paso, es saber que existe la presencia de DIOS en todas las cosas de la vida y por lo tanto, debes amarlo y darle gracias por todas las cosas que tienes.
El segundo paso, es que debes quererte a ti mismo y todos los días al levantarte y al acostarte, debes afirmar: Yo soy importante, yo valgo, soy capaz, soy inteligente, soy cariñoso, espero mucho de mí, no hay obstáculo que no pueda vencer.
El tercer paso, es que debes poner en práctica todo lo que dices que eres. Es decir, si piensas que eres inteligente actúa inteligentemente; si piensas que eres capaz, haz lo que te propones; si piensas que eres cariñoso, expresa tu cariño; si piensas que no hay obstáculos que no puedas vencer, entonces proponte metas en tu vida y lucha por ellas hasta lograrlas.
El cuarto paso, es que no debes envidiar a nadie por lo que tiene o por lo que es . Ellos alcanzaron sus metas, logra tú las tuyas.
El quinto paso, es que no debes albergar en tu corazón rencor hacia nadie; ese sentimiento no te deja ser feliz; deja que las leyes de DIOS hagan justicia, y tú PERDONA y OLVIDA.
El sexto paso, es que no debes tomar las cosas que no te PERTENECEN . Recuerda que mañana te quitaran algo de más valor.
El séptimo paso, es que no debes maltratar a nadie. Todos los seres del mundo tenemos derecho a que se nos RESPETE y se nos QUIERA.
Y por último, levántate siempre con una SONRISA en los labios, observa a tu alrededor y descubre en todas las cosas el lado bueno y bonito; piensa en lo afortunado que eres al tener todo lo que tienes; AYUDA a los demás, sin pensar que vas a recibir nada a cambio; mira a las personas y descubre en ellas sus cualidades y dales también a ellos el secreto para ser triunfadores y que de esta manera, puedan ser felices.


domingo, 8 de junio de 2008

LOS LIMITES DE SER PADRES


Te di la vida, pero no puedo vivirla por ti.

Puedo enseñarte muchas cosas, pero no puedo obligarte a aprender.

Puedo dirigirte, pero no responsabilizarme por lo que haces.

Puedo instruirte en lo malo y lo bueno, pero no puedo decidir por ti.

Puedo darte amor, pero no puedo obligarte a aceptarlo.

Puedo enseñarte a compartir, pero no puedo forzarte a hacerlo.

Puedo hablarte del respeto, pero no te puedo exigir que seas respetuoso.

Puedo aconsejarte sobre las buenas amistades, pero no puedo escogértelas.

Puedo educarte acerca del sexo, pero no puedo mantenerte puro.

Puedo hablarte acerca de la vida, pero no puedo edificarte una reputación.

Puedo decirte que el licor es peligroso, pero no puedo decir, no, por ti.

Puedo advertirte acerca de las drogas, pero no puedo evitar que las uses.

Puedo exhortarte a la necesidad de tener metas altas, pero no puedo alcanzarlas por ti.

Puedo enseñarte acerca de la bondad, pero no puedo obligarte a ser bondadoso.Puedo amonestarte en cuanto al pecado, pero no puedo hacerte una persona moral.

Puedo explicarte cómo vivir, pero no puedo darte vida eterna.

Puedes estar seguro de que me esforzaré hasta el máximo por darte lo mejor de mi... porque te quiero!! pero lo que hagas de tu vida, dependerá de Tí... aún cuando siempre esté junto a Tí, las decisiones las tomarás Tú...

Solo le pido a la Vida que te ilumine para que tomes las correctas.

APRENDI AVIVIR A PESAR DE LAS ESPINAS


¿Qué cómo aprendí a vivir y cuando aprendí a querer?...

¿Qué cómo aprendí a sufrir?...¿Cuándo?...¿Cómo?...

No lo sé.

Aprendí a mirar las estrellas, alumbrando los sueños con ellas.

A mirar los colores del viento y a sentir el sabor del silencio.

Aprendí a encender ilusiones y a escuchar hablar los corazones, con palabras calladas, con matices de mil sensaciones.

Cuando un día, el dolor tomó mi mano, conocí de frente a la tristeza, la pena y el llanto se marcharon, al sentir el amor y su grandeza.

La soledad, querida compañera, la que con tanto miedo rechazaba, me mostró la paz y la armonía de los momentos que con ella estaba.

Comprendí, el sentido de la vida, viviendo el amor y la desdicha, sintiendo la alegría y la tristeza, conociendo lo breve de la vida.

Aprendí el valor de la paciencia, a calmar los vientos de mi ira, a llenar con mares de esperanza las zonas más oscuras de mi vida.

Vivir es aprender a cada instante...de cada situación, de cada momento, de cada sensación, de cada injusticia o sin razón..., del amor, del desamor, de la felicidad, de la infelicidad, de la protección, del abandono.

El sentido de la vida, ese que buscamos desde que nacemos se encuentra en la alegria y tambien en el dolor.

Lo importante es saber comprender el mensaje que nos deja cada situación que debemos enfrentar y conservar la esperanza y la fe.

Hoy reimos, tal vez mañana lloramos...

Hoy estamos acompañados...

Tal vez el mañana nos encuentre solos...

Pero debemos pasar por todas las instancias, por todos los momentos, por todas las situaciones esperadas e inesperadas porque en cada una de ellas nos encontramos, aprendemos, crecemos, nos fortalecemos y día a día nos damos cuenta que somos nosotros los únicos que le podemos dar sentido a nuestra propia vida y eso sólo es posible si iluminamos las zonas que por momentos vemos apagarse dentro de nosotros encendiendo la luz de la esperanza.

VOY A SEGUIR CREYENDO


Voy a seguir creyendo, aún cuando la gente pierda la esperanza.

Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio.

Voy a seguir construyendo, aún cuando otros destruyan.

Voy a seguir hablando de Paz, aún en medio de una guerra.

Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad.

Y seguiré sembrando, aunque otros pisen la cosecha.

Y seguiré gritando, aún cuando otros callen.

Y dibujaré sonrisas, en rostros con lágrimas.

Y transmitiré alivio, cuando vea dolor.

Y regalaré motivos de alegría donde solo haya tristezas.

Inventaré a caminar al que decidió quedarse y levantaré los brazos, a los que se han rendido.

Porque en medio de la desolación, siempre habrá un niño que nos mirará esperanzado, esperando algo de nosotros, y aún en medio de una tormenta, por algún lado saldrá el sol y en medio del desierto crecerá una planta.

Siempre habrá un pájaro que nos cante, un niño que nos sonría y una mariposa que nos brinde su belleza.

Pero...si algún día ves que ya no sigo, no sonrío o callo, solo acércate y dame un beso, un abrazo o regálame una sonrisa, con eso será suficiente.

Seguramente me habrá pasado que la vida me abofeteó y me sorprendió por un segundo.

Solo un gesto tuyo hará que vuelva a mi camino.

Nunca lo olvides........

sábado, 7 de junio de 2008

UNA MUJER SABIA


Dicen que a cierta edad las mujeres nos hacemos invisibles, que nuestro protagonismo en la escena de la vida declina y que nos volvemos inexistentes para un mundo en el que sólo cabe el ímpetu de los años jóvenes.
Yo no sé si me habré vuelto invisible para el mundo, es muy probable, pero nunca fui tan consciente de mi existencia, nunca me sentí tan protagonista de mi vida, y nunca disfruté tanto de cada momento de mi existencia como ahora.
Descubrí que no soy una princesa de cuento de hadas, descubrí al ser humano que sencillamente soy, con sus miserias y sus grandezas. Descubrí que puedo permitirme el lujo de no ser perfecta, de estar llena de defectos, de tener debilidades, de equivocarme, de hacer cosas indebidas, de no responder a las expectativas de los demás.
Y a pesar de ello.... ¡quererme mucho! Cuando me miro al espejo ya no busco a la que fui... sonrío a la que ahora soy.... Me alegro del camino andado, asumo mis contradicciones. Siento que debo saludar a la joven que fui con cariño, pero dejarla a un lado porque ahora me estorba.
Su mundo de ilusiones y fantasía, ya no me interesa. ¡Qué bien vivir sin la obsesión de la perfección! ¡Qué bien no sentir ese desasosiego permanente que produce correr tras los sueños! "La vida es tan corta y el oficio de vivirla es tan difícil, que cuando uno comienza a aprenderlo, ya hay que morirse."
UNA MUJER SABIA ACEPTA ESO Y MUCHO MÁS...

SE DEJA DE QUERER



Se deja de querer, y no se sabe
por qué se deja de querer:
Es como abrir la mano y encontrarla vacía,
y no saber, de pronto, qué cosa se nos fue.
Se deja de querer, y es como un río
cuya corriente fresca ya no calma la sed;
como andar en otoño sobre las hojas secas,
y pisar la hoja verde que no debió caer.
Se deja de querer, y es como el ciego
que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren;
o como quien despierta recordando un camino,
pero ya sólo sabe que regresó por él.
Se deja de querer, como quien deja
de andar por una calle, sin razón, sin saber;
y es hallar un diamante brillando en el rocío,
y que, ya al recogerlo, se evapore también.
Se deja de querer, y es como un viaje
detenido en la sombra, sin seguir ni volver;
y es cortar una rosa para adornar la mesa
y que el viento deshoje la rosa en el mantel.
Se deja de querer, y es como un niño
que ve cómo naufragan sus barcos de papel;
o escribir en la arena la fecha de mañana
y que el mar se la lleve con el nombre de ayer.
Se deja de querer, y es como un libro
que, aun abierto hoja a hoja, quedó a medio leer;
y es como la sortija que se quitó del dedo,
y sólo así supimos que se marcó en la piel.
Se deja de querer, y no se sabe
por qué se deja de querer...


José Ángel Buesa

viernes, 6 de junio de 2008

HISTORIA DE UN AMOR IMPOSIBLE


Cuenta la leyenda que una joven mariposa, de cuerpo frágil y sensible volaba cierta tarde jugando con el viento, cuando vió una estrella muy brillante, y se enamoró. Excitadísima, regresó inmediatamente a su casa, loca por contar a su madre que había descubierto lo que era el amor.
-¡Que tontería! - fue la fría respuesta que escuchó. -Las estrellas no fueron hechas para que las mariposas pudieran volar a su alrededor. Búscate un poste, o una pantalla, y enamórate de algo así. Para eso fuimos creadas.
Decepcionada, la mariposa decidió simplemente ignorar el comentario de la madre, y se permitió volver a alegrarse con su descubrimiento. "Que maravilla poder soñar", pensaba. La noche siguiente la estrella continuaba en el mismo lugar, y ella decidió que subiría hasta el cielo y volaría en torno a aquella luz radiante para demostrarle su amor.
Fue muy difícil sobrepasar la altura a la cual estaba acostumbrada, pero consiguió subir algunos metros por encima de su nivel de vuelo normal. Pensó que si cada día progresaba un poquito, terminaría llegando hasta la estrella. Así que se armó de paciencia y comenzó a intentar vencer la distancia que la separaba de su amor.
Esperaba con ansiedad la llegada de la noche, y cuando veía los primeros rayos de la estrella, agitaba ansiosamente sus alas en dirección al firmamento.Su madre estaba cada vez más furiosa:
-Estoy decepcionada con mi hija -decía. Todas sus hermanas, primas y sobrinas ya tienen lindas quemaduras en sus alas, provocadas por las lámparas. Sólo el calor de una lámpara es capaz de entusiasmar el corazón de una mariposa: Deberías dejar de lado estos sueños inútiles y conseguir un amor posible de alcanzar.
La joven mariposa, irritada porque nadie respetaba lo que sentía, decidió irse de la casa. Pero en el fondo -como, por otra parte, siempre sucede -quedó marcada por las palabras de su madre, y consideró que ella tenía razón.
Así, durante algún tiempo, intento olvidar a la estrella y enamorarse de la luz de las pantallas de casas suntuosas, de las luces que mostraban los colores de cuadros magníficos, del fuego de las velas que quemaban en las más bellas catedrales del mundo.
Pero su corazón no conseguía olvidar a la estrella, y después de ver que la vida sin su verdadero amor no tenía sentido, resolvió reemprender su itinerario en dirección al cielo.
Noche tras noche intentaba volar lo más alto posible, pero cuando la mañana llegaba, estaba con el cuerpo helado y el alma sumergida en la tristeza.
Entretanto, a medida que se iba haciendo mayor, pasó a prestar atención a todo cuanto veía a su alrededor. Desde allá arriba podía vislumbrar las ciudades llenas de luces, donde probablemente sus primas, hermanas y sobrinas, ya habrían encontrado un amor.
Veía las montañas heladas, los océanos con olas gigantescas, las nubes que cambiaban de forma a cada minuto. La mariposa comenzó a amar cada vez más a su estrella, porque era ella la que la impulsaba a conocer un mundo tan rico y hermoso.
Pasó mucho tiempo y un buen día ella decidió volver a su casa. Fue entonces que supo por los vecinos que su madre, sus hermanas, primas y sobrinas, y todas las mariposas que había conocido, ya habían muerto quemadas en las lámparas y en las llamas de las velas, destruídas por un amor que juzgaban fácil.
La mariposa, aún cuando jamás haya conseguido llegar hasta su estrella, vivió muchos años aún, descubriendo cada noche cosas diferentes e interesantes. Y comprendiendo, que, a veces, los amores imposibles traen más alegrías y beneficios que aquellos que están al alcance de nuestras manos.