La mujer que yo amo
tiene en su mirada infinitos espejos
por donde se ve pasar la vida
y cada espejo es un mundo
que me induce a mirar el cielo
y sembrar de ternuras el infinito;
me despierta cada día rozando mi frente con su beso
alivia mis fatigas, sella mis sueños.
La mujer que yo amo,
tiene un volcán que me quema en sus entrañas
me invita a recorrerla cada tarde
y a habitarla cada noche...
me cobija sobre su seno y me canta cuando duermo...
La mujer que yo amo,
tiene en sus dedos las formas suaves de mi pelo,
la señal justa de mis entregas,
el molde preciso de mi espalda
y la medida de mi cintura.
Su naturaleza sensible y fresca
contiene en ella lo que deseo,
y como un árbol que madura sus frutos
tiene todo lo que busco.
No le pido nada... ni exijo mucho...
Solo sé que siendo ella todo esto
y permitiéndome ser quien estoy siendo
recorremos un mundo de promesas
y la espera cierta de la vida.
La mujer que yo amo....
Yury Tabak.
tiene en su mirada infinitos espejos
por donde se ve pasar la vida
y cada espejo es un mundo
que me induce a mirar el cielo
y sembrar de ternuras el infinito;
me despierta cada día rozando mi frente con su beso
alivia mis fatigas, sella mis sueños.
La mujer que yo amo,
tiene un volcán que me quema en sus entrañas
me invita a recorrerla cada tarde
y a habitarla cada noche...
me cobija sobre su seno y me canta cuando duermo...
La mujer que yo amo,
tiene en sus dedos las formas suaves de mi pelo,
la señal justa de mis entregas,
el molde preciso de mi espalda
y la medida de mi cintura.
Su naturaleza sensible y fresca
contiene en ella lo que deseo,
y como un árbol que madura sus frutos
tiene todo lo que busco.
No le pido nada... ni exijo mucho...
Solo sé que siendo ella todo esto
y permitiéndome ser quien estoy siendo
recorremos un mundo de promesas
y la espera cierta de la vida.
La mujer que yo amo....
Yury Tabak.
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