domingo, 15 de marzo de 2009

NO ME CELEBRES...


Este mensaje lo recibí con motivo de la celebración del "DIA DE LA MUJER":


No me celebres este día. Si para recordar que soy mujer, el resto de año pasas sobre mis derechos y sólo me reconoces obligaciones: obligaciones como hija, como pareja, como madre, como hermana, como amiga, como trabajadora. Pero me pones un pero cuando te pido para mí, como mujer.

No me celebres este día si para ti mujer es sinónimo de abnegación y sacrificio, pero cuando se trata de ser una mujer fuerte que sabe lo que quiere y le tiene miedo a todo pero no lo demuestra, el resto del año me llamas cabrona.

No me celebres si dices que como soy lo más hermoso, que ni con el pétalo de una rosa me tocarás nunca... pero me lastimas con tus palabras, con tu silencio, y peor aún si algun día me pones la mano encima.

No me celebres si para llevarme a la cama me subes el cielo y las estrellas, pero al cabo de unas horas me llamas zorra y te burlas desconfiando de mi sensualidad. Si mi placer amenaza tu hombría es tu problema no el mío, el que seas incapaz de valorarlos como un gesto de honestidad conmigo misma y contigo. Recuerda que los santos no aman asi.

No me celebres mi libertad si me encarcelas con celos, desconfianza y aún con mentiras, minando mi autoestima y mi confianza en mi misma. Hay barrotes que te permiten sentirte seguro de mí, el amor uno de ellos, me encierras en esas jaulas invisibles para volar por tu propia cuenta y volver cuando te place o te gana la culpa. No me hables de libertad cuando sólo justificas tu egoísmo y falta de sinceridad.

No me celebres si cuando me convierto en madre, olvidas que soy una mujer, y reduces mi talento y virtudes al cuidado de la casa y de los hijos como único valor, y te olvidas que soy un ser humano igual que tú, y que ambos podemos cuidar de los hijos, del hogar y del trabajo con la misma devoción.

No me celebres si piensas que "las viejas" tienen que ser sólo cuerpo y evadir la mente, que la inteligencia es un atributo inútil y que la capacidad en una "vieja" te asusta porque es "demasiado lista" para ti: con la vara que mides te medirán.

No nos celebres, hermana congenere, si te dices mujer pero cuando te conviene la tomas contra tu mismo género, no por defensa personal sino por supervivencia animal. Cuando te vales de nuestros encantos y de su debilidad, para obtener concesiones, premios inmerecidos, la atención patológica de los demás, y te mueves dentro de ti misma como un cubo de rubik y te configuras a conveniencia. No te escudes en debilidad cuando tus armas son hilos de acero que sostienen tu fachada, cuando juegas con las mentes de otros, cuando te conviertes en cómplice de una injusticia contra otra mujer. No te celebres cuando te sientes Diosa y juegas con la vida de otros dentro de tu vientre; no te corresponde negar la vida cuando Dios la concede, no te atrevas a negar tu naturaleza y ser tu peor enemiga. Ya ves que por unas cuantas, nos juzgan a todas no nos "ayudes" más.

No me celebres diciendo que soy lo máximo... si consideras que el amor de mujer es como invertir en la bolsa de valores: que puedes tener muchas, e invertir mucho o poco segun los intereses que tengas en cada una. El corazón de una mujer no es un banco, no tienes derecho a poner todo y retirar todo según tu conveniencia, eso es un robo: le robas a cada una el derecho de un amor sincero, y le robas a otro hombre la oportunidad que tú no quieres ni te interesa. No me celebres cuando al contarte mis cosas minimizas mis problemas a "tonterías de mujeres", "simples pendejadas", porque cuando quieres que te escuchen no te dedico un par de minutos para concluir "esas son tonteras, simples pendejadas de hombres".

No me celebres con bombo y platillo, si confundes "consejo de amigos" con una cátedra de lo que "se espera de mi" o como reduzcas mi vida a simples teorías "Ustedes las mujeres" "Todas las mujeres" "Ninguna mujer" si tu propia complejidad no te permite entenderme desde donde estoy parada.

No me celebres para tenerme lástima. Yo elegí mi sexo. Lo elegí desde el punto en que aún lo sigo siendo, unas más femeninas que otras, unas más frágiles, otras más fuertes, pero todas mujeres. No me vengas con discursos sobre igualdad y ponerme a prueba como si me concedieras un dulce: no somos iguales, y no pido ser tu igual, sólo pido derecho a ser quien quiero ser, te guste o no, es mi derecho a ser feliz lo que defiendo cada día.

No me celebres. No quiero flores. No quiero abrazos. Ni felicitaciones. Dame tu respeto todos los dias, aun cuando me equivoque porque no soy una santa, incluso cuando no sea la linda y dulce mujer que siempre tiene que poner buena cara y me encabrone con razon o sin ella. Dame amor cuando lo sientas, no me robes tiempo y espacio con mentiras, entrégate en vez de robarme para darle a otras personas lo que dices que es mío y aprende a valorar lo que te doy. Respeta mis derechos y cumple tus obligaciones. No calles cuando se cometa una injustica contra mí, no alces la voz ni la mano, no hieras hablando o callando. Apóyame a ser quien quiero ser, quien tengo que ser, no quitándome las piedras, pero sin ponerme el pie. Si soy madre ayúdame a ser equilibrada, apoya mi causa sin ser una carga, porque la mano que mece la cuna es la mano que mece al mundo. Esa es la única celebración que quiero: no me celebres.

Acéptame como soy, cada día, no una sola vez al año.


Autor desconocido

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