miércoles, 13 de junio de 2012

TU CAMINO



No dejes de marchar. Cuando no hay camino,
deja que tus pies abran el tuyo.

Ni te detengas cuando se haya hecho oscuro.
Ilumina tu andar con la luz que hay en ti mismo.

La oscuridad más terrible no es la que te rodea,
sino la que te habita.

Y la luz más bella, no es la que te ilumina desde afuera,
sino la que se asoma en tus ojos desde adentro.

No exijas más luz que la necesaria para ver lo necesario,
ni más camino que para andar esta jornada.